top of page

CONSEJOS PARA EVITAR LA ANSIEDAD POR LA COMIDA

Foto del escritor: Laura VaraLaura Vara

Actualizado: 15 ene 2022


Esta vez toca hablar de la temida ansiedad por la comida. ¿Te ha ocurrido en alguna ocasión? o por desgracia, te pasa muy a menudo y quisieras acabar con este problema.


Antes de nada sería muy interesante saber qué es y cuando se produce. Esta ansiedad también es conocida como "hambre emocional" y está relacionada con nuestro estado de ánimo: nervios, estrés, aburrimiento, tristeza... Es una respuesta a nuestras necesidades psicológicas y la comida llega a convertirse en nuestra vía de escape.


Muchas veces nuestro ritmo de vida (nuestras obligaciones diarias, las rutinas, el trabajo, la casa, las malas noticias, muchas responsabilidades, tarea acumulada y no saber por dónde empezar...) nos provoca un estrés que puede derivar en la temida ansiedad.


Cuantas veces regresamos a casa con este estrés y buscamos refugio abriendo la nevera y comemos sin parar, sin hambre incluso, y cualquier cosa nos viene bien, y a veces no vemos el fin, buscando una satisfacción directa e inmediata.


Nos pensamos que por comer en ese temido momento los nervios y las preocupaciones van a desaparecer y se van a evadir, pero lo que ocurre es lo contrario, que nos sentimos aún peor, la preocupación sigue, no desaparece, y además ahora con sentimiento de culpabilidad por haber comido sin control.





La alimentación es una necesidad básica y deberíamos tratarla como tal, comiendo solamente en el momento que sentimos hambre real.


Es importante saber diferenciar entre antojo y ansiedad. De forma puntual podemos tener antojos, por ejemplo nos puede apetecer un bombón y una vez disfrutado nuestro bombón nos quedamos satisfechos y no hay sentimiento de culpa, o cuantas veces con el frío pensamos lo apetecible que sería comer y disfrutar un rico chocolate a la taza con unos churros. Cuando tenemos ansiedad por la comida, al contrario que el antojo no tenemos una idea clara de lo que que queremos en concreto, y deseamos comer de forma inmediata y no vemos el fin queriendo comer más y más y no nos basta con sentirnos llenos.


Debemos saber controlar esta ansiedad, ya que nos impide mantener una dieta sana y equilibrada. Si esta ansiedad por la comida se convierte en algo habitual hay que ponerle remedio para que no derive en sobrepeso e incluso en obesidad en algunos casos.


Muchas veces, incluso el hecho de tener ya un sobrepeso inicial influye negativamente en este comportamiento. La frustración por no poder bajar de peso y la falta de autoestima y motivación son factores que empeoran esta situación.


Hay que saber identificar estas situaciones en las que existe el deseo sin control de comer, ya que estarás reconociendo el problema, que es un gran paso, para poder abordarlo y ponerle solución cuanto antes.


Por ello vamos a ver unos CONSEJOS para poder controlar esta temida ansiedad. Si ves que te encuentras nervioso, aburrido, triste... o que estás pasando por una época de intenso estrés, y a ello se le suma el deseo de comer de una manera compulsiva, es importante que leas lo siguiente para poder controlarlo y mejorar:


- Practicar deporte: el realizar una actividad o ejercicio físico nos ayuda a liberar tensión mental y energía, por lo que hace reducir la ansiedad.


- Beber agua o bebidas como infusiones calientes hace que eliminemos toxinas y ayuda también a sentirnos saciados. El agua es el mejor aliado para mejorar la retención de líquidos, depurar nuestro cuerpo y ayuda a saciarnos de forma natural. Un truco para comer sin ansiedad es beber uno o dos vasos de agua justo antes de comer.


- Hacer 5 comidas al día y no saltarse ninguna de ellas es un factor muy importante para no llegar a la siguiente comida con un hambre voraz y arrasar con todo o para no picotear entre horas continuamente.


- Masticar chicle (y sin azúcar por favor...), y no en exceso que pueden provocar gases, de forma puntual. He de reconocer que este truco lo practico yo, y a mí personalmente me funciona porque me ofrece un dulzor que disminuye mi ansiedad por comer, y además el masticar y mover la mandíbula hace también que libere estrés, y vuelvo a recalcar, de forma puntual.


- Comer algo ligero antes del atracón si notas que se avecina también te calmará. Aunque no te hayas saltado ninguna comida y lo estés haciendo bien, pero empiezas a sentir ese nerviosismo por la comida, opta por picar algo, pero recuerda, que sea ligero y a la vez sano: una fruta y un vaso de agua, un puñadito pequeño de frutos secos y un yogur griego, dos onzas de chocolate con un 75% de cacao como mínimo y una infusión (su amargura no te dejará pegarte un atracón)..., son algunos ejemplos.


- Ante un momento de ansiedad ten voluntad propia y coge una botella de agua y realiza en ese instante una actividad física: ponte música y baila, sal a la calle a caminar, haz una serie de sentadillas, la plancha... Activando tu cuerpo y quemando calorías será más difícil caer en la tentación de comer por pura ansiedad.


- Evita el azúcar ante un atracón por ansiedad y come alimentos que sean ricos en proteína (pescado, carne, quesos pocos grasos, huevos...), ya que a parte de sentirnos saciados, nos aportarán nutrientes esenciales.


- Añadir fibra a nuestra dieta es otra opción muy recomendable, ya que consumiendo fibra a diario, a parte de ser muy favorable para nuestro tránsito intestinal, nos hará sentirnos saciados y no tener presente esa ansiedad por comer. El pan integral, cereales integrales, legumbres, frutas y verduras son un ejemplo de alimentos ricos en fibra.


- Controlar la respiración, ser conscientes de nuestra respiración, inspirar y expirar de forma profunda en ese momento de ansiedad por la comida hará que nuestro estado de ansiedad se vea reducido también.


- Practicar yoga, meditación o mindlfulness (este último todo un descubrimiento para mí, te recomiendo que leas sobre ello). Todas estas prácticas son una ayuda para mejorar el nivel físico y mental e induce a un estado de relajación que ayuda a controlar las emociones que conducen al temido "hambre emocional".


- Evitar el abuso de azúcar y los alimentos procesados, ya que el hambre emocional también está muy relacionado con esto. Seguro que has experimentado ya que muchas veces cuando comemos azúcares queremos más y más y se convierte en un círculo vicioso. Una buena opción es evitar tener en casa estos alimentos que pueden llamar a la tentación de pecar. Intenta sustituirlos por otros alimentos más saludables como la fruta, y si eres muy goloso o golosa puedes optar también por recetas dulces saludables.


- Otro consejo es preparar y elaborar tú mism@ platos saludables, indagando y buscando ricas recetas, disfrutando de los olores, del tacto de los ingredientes, de la vista de los colores... Sé consciente de cada momento y de lo que vas consiguiendo con la elaboración y disfrutarlo para finalmente probar y saborear tu plato real, notando la textura de cada alimento, de su sabor, del olor y así disfrutar de ese momento de manera relajada, dedicando tiempo a tu alimentación, y si además puedes hacer una buena presentación lo disfrutarás mucho más. Te puedo asegurar que te va a saber mucho más rico y te vas a sentir saciad@ y muy satisfech@. Céntrate en tu comida y disfruta, dejando de lado otras actividades como trabajar o ver el móvil mientras comes.


Espero que os haya sido de ayuda este artículo y que poco a poco vayamos haciendo juntos pequeños cambios, para ir mejorando y sentirnos mejor.


Si estás decidido a tomar estos consejos para mejorar no dudes en nombrar en tus publicaciones los hashtag #almahealthy #vidasaludableforever #lauravmj




14 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page